










Llegó la hora de la partida, Infinitos destellos interrumpen la negrura Somos simples espectadores de ese coqueteo sutil entre la luz y la oscuridad Nuestros deseos viajan en forma de luz y como fuego ardiente se intensifican nuestras peticiones Sube alto, viaja lejos, llega hasta donde quien decide nos complace Ojalá todo se cumpla